Desde el Consejo General de la Psicología en España, las asociaciones de Centros de Reconocimiento de Conductores CREME Federación y ASECEMP, y desde General ASDE, se llevó a cabo una importante investigación dirigida por el Dr. Francisco Tortosa. Sus resultados permitieron diseñar una Propuesta de Modificación de la Ley que regula las capacidades psicofísicas para la tenencia de armas y la prestación de servicios de seguridad privada. Dicha propuesta se entregó al Ministerio hace ya un año, y todavía no se ha recibido contestación alguna.
Un aspecto imprescindible de la propuesta es la formación en protocolos específicos de exploración, diseñados bajo la perspectiva forense y aplicados por profesionales formados en ellos. No debemos olvidar que las situaciones que se dan en los Centros no son las de un paciente que busca ayuda, sino de un cliente que aspira a obtener un informe que entraña beneficios directos e indirectos, por lo que es probable que pueda intentar engañar.
La modificación en esta obsoleta legislación es imperiosa, ya que como venimos denunciando desde hace años, ésta legislación data del año 1998 [Real Decreto 2487/1998, por el que se regula la acreditación de la aptitud psicofísica necesaria para tenencia y uso de armas y para prestar servicios de seguridad privada]. En ciencia 20 años es mucho, en el campo de las ciencias de la salud se ha avanzado mucho, y es necesario que quienes aplican sus conocimientos al servicio del bienestar común estén actualizados.
El rigor conceptual y metodológico de las técnicas de evaluación psicológica es clave en cualquier procedimiento de cribaje, ya que el término “Validez” deviene en un compromiso imprescindible para la “Predicción”.
Por ello, junto a la regulada formación clínica, especializada en un contexto complejo como es el relacionado con la tenencia y manejo de armas o el desempeño de funciones de seguridad privada, no debemos dejar de lado una adecuada formación forense, que ayude a realizar de forma más fiable y válida el proceso exploratorio, y que ayude al profesional experto, con formación acreditada, a determinar la vulnerabilidad a determinadas alteraciones y patologías psicológicas incompatibles con la tenencia de armas o el ejercicio de funciones de seguridad, e incluso a detectar un posible trastorno que inhabilite para el objeto de la exploración. Por ello se precisa que se modifique la legislación para adaptarla a las necesidades reales actuales, y se establezcan exigencia de formación y reciclaje para el personal facultativo responsable de llevar a cabo las pruebas de exploración, en el marco de una situación de valoración más exigente.
La nueva División del Consejo General de Psicología de Tráfico y Seguridad que acoge a los profesionales que trabajan en el sector marca formación y reciclaje necesarios, algo que lógicamente se aplica a cualquier facultativo especialista en ámbitos de riesgo social y personal. El objetivo definir un colectivo profesional, especializado, sometido a formación continua y comprometido en ese objetivo de lograr una cultura de la seguridad.
La Legislación vigente establecía el compromiso de implementar una Historia Clínica específica para Armas y Seguridad, lo que entraña una protocolización del proceso exploratorio, pues no vale con analogía del material desarrollado para conductores. Son universos de riesgo diferentes y entrañan protocolos e historias distintas. No se han cumplido compromisos y de nuevo pedimos que se cumplan. Son demasiadas las víctimas por un mal (voluntario o involuntario) uso de armas de fuego, de la misma forma que pueden ser muchos los daños derivados de un inapropiado desempeño de las funciones de seguridad.
Los facultativos de los Centros de Reconocimiento se encuentran con muchas limitaciones en el ejercicio de sus funciones, y muchas por falta de implicación de la propia Administración. Carecen de una formación específica exigible, carecen de guías y protocolos, y deben resolver su problemática desde sus propios recursos. Realmente es una situación inaceptable en un estado moderno, capaz de desarrollar un modelo preventivo que podría ser eficaz y eficiente, pero que se ha dejado sin actualizar durante décadas.
El Centro debe contar con todo el material adecuado para la correcta elaboración de los informes y análisis, este material debe esta actualizado y calibrado como exige el RD170/2010 ya que se trata de equipamiento que ofrece como resultado una medida, que es la base de las decisiones que toman los facultativos para establecer medidas restrictivas.
